El sistema de alimentación BARF en el mundo: regreso a lo básico y lo natural
by Karla Senties on Nov 12, 2018
BARF es un acrónimo en inglés que significa Comida Cruda Biológicamente Apropiada. Un término que ha sido utilizado por especialistas en el cuidado de las especies para referirse a la dieta que deben llevar los seres vivos de acuerdo a lo que quieren comer, a lo que su cuerpo necesita y a lo que su sistema es capaz de digerir y aprovechar. Las dietas BARF se hacen observando y estudiando cómo se alimentan los animales en estado natural, es decir, cuando escogen su menú de acuerdo a lo que saben es bueno para ellos, de otra forma no podrían sobrevivir.
Es así como el Dr. Ian Billinghurst en Australia observó las preferencias de los cánidos de diferentes grupos y familias en estado de total libertad y diseñó una dieta para sus perros de acuerdo al resultado de sus investigaciones. Publicó un libro en 1993 llamado “Give your dog a bone” donde describe el resultado de la aplicación de este sistema, sus propias experiencias y el consecuente incremento sustancial en la salud, longevidad y bienestar de sus perros. Así como lo hizo él, otros veterinarios lejos de Australia hicieron lo mismo, el Dr. Richard Pitcairn y Wendy Volhard en los EEUU y el Dr. Earl Mindell así como la Dra. Mary Brennan también escribieron libros acerca de la comida natural para perros y los increíbles resultados que veían en sus perros al cambiarlos a estas dietas.
Gracias a Internet pronto la noticia corrió como pólvora por todo el mundo, miles de personas después de leer y aplicar lo que habían aprendido, escribían en los foros de discusión de alimentación para perros y compartían lo que era ya un común para todos, la dieta natural basada en cárnicos crudos y vegetales había recuperado la salud y vitalidad de sus perros.
Surgían propuestas, se compartían recetas, se experimentaba, se consultaba y se publicaban fotos de las felices mascotas comiendo una pata de cordero, un corazón de res, un pollo entero, un trozo de canguro y cuanto cárnico pudiera imaginarse dependiendo del lugar de origen. Los americanos vimos como en Europa existe una ancestral tradición de alimentar a los perros con la dieta natural, tal y como lo hacían los antiguos cazadores en las islas británicas o los exploradores alpinos.
Así como lo hacían sus antepasados, los actuales perros pastores de los inmensos rebaños en Turquía se alimentan con cárnicos crudos y viven largas vidas libres de enfermedades y con una gran capacidad reproductiva. Solo era cuestión de tiempo para que estas buenas noticias se ordenaran y se implementara un sistema BARF para perros que estuviera acorde al ritmo de vida urbano que llevan nuestras mascotas. Después de todo, resulta un tanto difícil diseñar una dieta cuyo principio está en la naturaleza pero que efectivamente brinde un espectro amplio y variado de nutrientes que brinde los magníficos resultados que se esperan.
Hoy en día, a poco más de 20 años de la publicación de los primeros materiales escritos sobre la dieta BARF, mucho se ha avanzado en el camino para alimentar a nuestros perros de una forma natural, armónica con su naturaleza. Hay en todo el mundo empresas que han aplicado los principios básicos de nutrición y cuidado natural para perros y ofrecen productos elaborados bajo los más estrictos estándares de calidad e inocuidad que brindan una nutrición apta a las necesidades de nuestros perros. Productos que cumplen con los principios dictados por la madre naturaleza y que ponen en el plato de nuestros perros en la comodidad de la vida urbana un menú que sería la envidia de cualquier cánido que viviendo en algún bosque deba cazar para procurarse sus alimentos.
En las convenciones de la industria de los alimentos para mascotas resulta habitual encontrarse con los stands de los productores locales de alimentos crudos para perros; las tiendas especializadas destinan un lugar especial para los congeladores que exhiben las “Raw Diets” y vemos en las calles cada vez un mayor número de perros felices, con pelaje brillante, buen aliento y dientes limpios que son alimentados como la madre naturaleza supone que debe de ser. Después de todo ellos no son capaces de procurarse sus propios alimentos, pero si les permitiéramos que escogieran su comida dentro de una tienda de productos para perros, serían ellos los primeros en vaciar el congelador.