Si tienes o has tenido a un labrador o a un perro que sea una cruza de labrador, probablemente te has dado cuenta de que lo que más les gusta en la vida es meterse al agua y mojarse. Esta es sin duda una de las razas de perro que más disfruta el agua y que son genuinamente buenos para nadar.
La razón detrás de esta pasión por el agua es que los labradores fueron criados específicamente para estar en el agua. Cuando se crió la raza en la isla de Terranova, en Canadá, la idea era criar a un perro que pudiera ayudar a los pescadores a recoger sus redes y que pudiera ayudar a los cazadores a cobrar las presas en el agua.
Por eso, sus cuerpos están diseñados para el agua. Los labradores tienen dedos como de pato, o sea, tienen uniones entre cada dedo de las patas para funcionar como aletas. También tienen la cola como la de las nutrias para que les ayude a nadar mejor pues les ayuda a darles dirección, como una especie de timón.
Tienen doble capa de pelo, una corta y una larga y es especialmente grasosa para repeler el agua y permitir que se sequen más rápido.
Así que ya sabes, tu labrador en realidad es mitad pez o es más o menos como un perro acuático, como un pato en el reino de las aves. Si no lo has metido a una alberca, lago, fuente, mar o lo que sea, llévalo, vas a ver que le encantará.
Ahora, es importante que no lo eches al agua en espera de que tu perro sepa qué hacer. Tú como dueño debes estar pendiente de él para que no entre en pánico y debes supervisarlo siempre que esté en el agua para evitar accidentes. Por más labrador que sea, siempre puede venir una ola o puede cansarse o cualquier otra cosa y es ahí cuando un accidente puede pasar.
Si por el contrario, te tomas el tiempo de ayudarlo y enseñarle a jugar en el agua, tu perro incluso podría ser entrenado para hacer rescates acuáticos.
Si tienes un labrador, no dejes de mandarnos fotos de él o ella en el agua.
[Fuentes: AKC, It’s a lab thing] [Foto: Duna]
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