El Rincón de Figaro

Consejos veterinarios sobre nutrición y salud: La pata de cordero y sus beneficios.

por Karla Senties en Jul 11, 2019

Hay algunos elementos necesarios en la dieta de los perros y que recientemente nos preocupan a los veterinarios ya que hemos visto algunas deficiencias de ellos en la alimentación industrializada. Nos referimos al sulfato de Glucosamina, al sulfato de Condroitina y al balance entre el fósforo y el calcio.

La condoitina es un importante componente de la mayoría de los tejidos de vertebrados e invertebrados y se encuentra presente, mayormente, en aquellos que poseen una gran matriz extracelular, por ejemplo: cartílago, piel, vasos sanguíneos, ligamentos y tendones. El sulfato de condroitina aporta al cartílago sus propiedades mecánicas y elásticas, y le proporciona gran parte de su resistencia a la compresión. La Condroitina es un nutriente del tejido conectivo capaz de enlazar moléculas de agua para lubricar, amortiguar y apoyar las articulaciones.

El cuerpo utiliza la glucosamina para producir una variedad de otras sustancias involucradas en la formación de tendones, ligamentos, cartílagos y líquido (que rodea las articulaciones). El movimiento de las articulaciones es amortiguado por líquido y cartílago. En algunos perros con osteoartritis, el cartílago se rompe y se adelgaza, lo que deriva en dolor y rigidez. La glucosamina puede aumentar la cantidad de cartílago y líquido que rodea la articulación y prevenir su deterioro. Está presente en el líquido que rodea las articulaciones.

El calcio y el fósforo son dos elementos de compuestos químicos que necesita el organismo en forma digerible y accesible para el metabolismo. Los huesos son una buena fuente para obtener estos dos nutrientes, los huesos contienen el adecuado balance que el perro necesita. Sin embargo en muchas de las comidas con las que alimentamos a los perros, este balance que debería de ser 1:1 es deficiente en calcio, muchas veces hay presente solo la mitad del calcio respecto al fósforo y el balance queda 0.5:1 lo cual resulta crítico. Los huesos contienen al menos el 10% de calcio y fósforo, así que si la necesidad de nutrientes de un perro promedio es de 100 mg de cada uno de ellos bastaría con añadir un 1 gr de hueso al día a la dieta suponiendo que todo el calcio y fósforo fuera digerible. Si suponemos que la comida con la que alimentamos a nuestros perros proporciona solamente 50 mg diarios de calcio en lugar de los 100 mg necesarios y añadimos un gramo de hueso tendríamos entonces que el balance entre calcio y fósforo sería de 0.95:1, lo cual resulta mucho más adecuado. Pero si proporcionamos 100 g de hueso al día entonces el balance sería 0.995:1, mucho más aceptable.

Una pata de cordero a la semana incluida en la dieta de un perro ayuda sustancialmente a mejorar el balance de calcio y fósforo, proporciona una fuente natural de glucosamina y condroitina y mejora la función digestiva. Los perros aman los huesos y además de ser un excelente complemento de cualquier dieta hace brinda mucho tiempo de entretenimiento. Otro beneficio adicional es que ayuda con la limpieza de los dientes.

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