El Rincón de Figaro

¿Por qué las fotos de mascotas me ponen nerviosa?

por Andrea Montes en May 09, 2014

Puedes llamarme una veterinaria tensa o una mamá preocupona, pero me pone nerviosa y ansiosa el ver fotografías de aquellas mascotas que se vuelven populares en Facebook. Apuesto a que las has visto las fotos, aquellas en la que las mascotas y los niños pequeños posan juntos. ¿Han visto a la bebé recién nacida prácticamente enterrada bajo la enorme cabeza del perro de la familia? O la imagen del niño pequeño al que le cuelga un pequeño gato de la pierna; pero la que más miedo me da es aquella en la que un joven está cara a cara con el hocico de un perro y la expresión en el rostro del animal suele ser de confusión o de sometimiento.

Al ver ese tipo de imágenes, me estremezco preguntándome en qué momento el animal va a atacar al pequeño. Me dan ganas de sacudir al fotógrafo, la ansiedad que me causan las fotos es parecida a lo que siento cuando veo una película de suspenso de alto presupuesto.

Big Ben

Me gustaría contarles acerca de Ben, un paciente mío que hace muchos años me ayudó a preparar el escenario para mi “condición nerviosa”. Uno o dos adultos junto con dos niños pequeños quienes por lo general acompañaban al hermoso San Bernardo a sus citas conmigo. Los niños siempre estaban ocupados interactuando con su perro. En cualquier momento podían empezar a dar vueltas por el consultorio jalando a Ben del collar; cuando Ben se las arregló para acostarse, lo trataron como un puff, los niños saltaban y caían sobre su suave vientre.

Ben siempre se mantuvo paciente y ridículamente tolerante ante el irrespetuoso comportamiento de los niños. Mis intentos de educar con mucho tacto a los padres acerca del establecimiento de límites para sus hijos, fallaron una y otra vez. Ellos me “tranquilizaban” diciéndome que sus hijos estaban simplemente demostrando su amor por Ben.

Me entristeció más no me sorprendió recibir una llamada telefónica de la madre de los niños preguntándome si sabía de alguien que pudiera estar dispuesto a adoptar a Ben de inmediato, y tenía que ser un hogar sin hijos. Parecía que Ben al fin había reaccionado; mordió al niño más joven en la cara, provocándole una visita de emergencia al hospital así como una cirugía reconstructiva extensa. El niño tendrá cicatrices de por vida (probablemente tanto emocionales como físicas) y la familia necesitaba encontrarle un hogar a Ben o dormirlo para siempre.

Debido a la historia de cómo Ben atacó al niño, no lograron encontrarle un hogar. Recuerdo haber llorado mientras le realizaba la eutanasia a mi hermoso y digno paciente.

El respeto y la seguridad

Cuando se trata de enseñar a los niños acerca de la interacción con los animales, todo gira en torno a dos cosas: respeto y seguridad. Todo parte a enseñar al niño a comportarse con suavidad y amabilidad hacia los animales, no a jalarles la cola o las orejas, ni a meterle los dedos dentro de la boca, utilizarlos como almohada o interrumpir su sueño u horas de comida. Es un respeto que debe de ser enseñado y supervisado cuidadosamente.


La seguridad es muy simple. Ni el niño ni el animal debe sufrir una lesión como resultado de sus interacciones. Necesitaría decenas más de dedos de manos y pies para contar el número de animales que he atendido por haber sido involuntariamente heridos por las acciones de un niño pequeño. En realidad, el hecho de que el niño o el animal esté lesionado en la mayoría de los casos, es por la falta de atención de los padres.

Lo que puedes hacer

Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar las interacciones entre los niños pequeños y los animales:

• Enseñar a los niños pequeños que deben ser respetuosos con los animales y tratarlos con delicadeza.

• Recuerda que cada animal es capaz de tener un comportamiento impredecible y natural. Nunca deje a un niño pequeño con un animal sin supervisión,incluso si ese animal es la querida mascota de la familia.

• Cuando un animal está comiendo o dormido, está llevando un cartel de “no molestar” que debe ser respetado.

• Si a su mascota le gusta pasar tiempo en su casa o en un lugar específico dentro de su casa, déjelo. Considere que se trata de su espacio sagrado y de relajación, no interrumpan su momento.

• Evita exponer a tu mascota a posar de forma incómoda y no natural para tu foto.

Puedes leer el artículo original aquí :)

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